Cuidados Paliativos

Por: Carolina Lòpez Soto


Ante la importancia de brindar mejores condiciones de vida a las personas que padecen una enfermedad terminal, es necesario fomentar una cultura de los cuidados paliativos en la que se garantice la protección de todos sus derechos. En este sentido, la jefa del departamento de la Clinica del Dolor y Cuidados Paliativos del Instituto Nacional de Cancereología, Rocío Guillén, platica con Soy Mujer sobre el objetivo de salvaguardar la dignidad de las personas con una enfermedad incurable y en progreso, evitando métodos o prácticas que atenten contra su calidad de vida.

¿Qué son los cuidados paliativos?

Están diseñados para dar soporte físico, emocional, espiritual y psicológico a los pacientes que presentan enfermedades incurables y progresivas; incluso la capacitación abarca a los familiares.

¿Quiénes recurren más a los cuidados paliativos?

En México, la relación se obtiene con base al padecimiento que requiere de los cuidados paliativos, situando al cáncer de mama como al que más recurren las mujeres, seguido del cervicouterino. De quienes padecen Sida la proporción es de dos hombres a una mujer, es decir, que son los varones quienes reciben más cuidados por esta enfermedad.

¿Cómo designan cuántas personas tendrán que intervenir en el cuidado paliativo de un enfermo?

Depende del paciente, porque hay gente con cáncer que no necesita a ciertos especialistas. Nosotros planteamos los servicios y el paciente decide. La idea es crear empatía con el enfermo, ya que esto facilita mucho las cosas porque confía en nosotros y él acepta lo que le proponemos. Hemos tenido a pacientes que no tienen familia, pero al que un vecino o amigo asiste a ayudarlo.

¿En qué consisten los cuidados?

Por ejemplo, en el caso de un enfermo con cáncer, se capacita a la familia para que cuiden la piel del paciente, lo que le deben dar de comer, e incluso se les instruye para que los platillos tengan una presentación apetecible, entre otros cuidados.

¿En qué momento ofrecen los cuidados paliativos?

Esto es una cuestión inherente al sistema de salud, en el Instituto de Cancerología está perfectamente delimitado, por ejemplo, cuando el paciente ingresa a un hospital y se le hace un diagnóstico en el que posee un síndrome doloroso del que ya no tenga cura, entonces es un paciente que se etiqueta para cuidados paliativos, y el médico es quien lo valora y lo envía con nosotros. Pero esto no sucede en todos los centros de salud, porque la cultura de los cuidados paliativos no está bien consolidada, nosotros tenemos más de 30 años dando servicio pero en otros lados esto es nuevo.

¿Cuántas personas actualmente recurren a los cuidados paliativos en México?

Existen porcentajes a nivel mundial pero en México no hay publicaciones al respecto, por ejemplo, de los pacientes con cáncer la mitad de ellos pasará a nuestro servicio, y de estos, sólo el 30 por ciento van a recibir cuidados paliativos hasta el final de su vida. En México los cuidados paliativos están en pañales porque mucha gente ni siquiera sabe qué son, ni creen en ellos.
Nuevo Museo de Memoria y Tolerancia

Texto por:  Carolina López Soto


El Museo de Memoria y Tolerancia abre sus puertas para presentar en 46 salas la historia de los genocidios alrededor del mundo, a fin de resaltar la tolerancia como valor, un concepto distinto al que los mexicanos conocen, explica la presidenta de la Asociación Memoria y Tolerancia, Sharon Zaga Mograbi.

La también directora del Museo informó que la exposición consta de una colección de más de 800 piezas originales como fotografías, documentos, uniformes, insignias y armas, en la parte de memoria histórica; y en el área de tolerancia se cuenta con espacios interactivos con audio, vídeos, foros de discusión y debate, con el propósito de mostrar entre los asistentes la tolerancia como significado de justicia, paz y evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir.

Durante el recorrido histórico de los genocidios se pueden observar fotografías del exterminio de los judíos, gitanos y testigos de Jehová, la representación del gheto de Varsovia, así como la exhibición de un vagón de tren en el que se transportaba a miles de judíos a los campos de concentración, además de la propaganda política de Ruanda en donde se instruía a la comunidad Hutu cómo asesinar a los Tutsi en África, e imágenes y grabaciones de los crímenes en Sarajevo por francotiradores, entre otros materiales.

Parte de la recopilación original e inédita del museo se consiguió de distintas agencias de información como Reuters, AP, televisoras de Bosnia, Sarajevo, entre otras instituciones informativas que en su momento presenciaron los genocidios del Holocausto, Ruanda, la ex Yugoslavia, así como los asesinatos de Armenia, Camboya, Guatemala,


 Vietnam, Sarajevo y Darfur en Sudán. El nuevo Museo se ubica en la Plaza Juárez, frente al Hemiciclo a Juárez de la Alameda Central en la Ciudad de México, en horarios de martes a viernes de 9:00 am a 18:00 horas.

Este espacio se recomienda para mayores de 15 años, sin embargo, para los menores se diseñó un área, en alianza con Plaza Sésamo, para promover en los pequeños la tolerancia.


Entrevista a Sharon Zaga y Mily Cohen;
titulares del Museo Memoria y Tolerancia


Por: Carolina López Soto

Testimonios de sobrevivientes tutsis del genocidio de Ruanda en 1994, conversaciones interminables con víctimas del Holocausto y observar la injusticia de los niños en situación de calle en México, son algunos de los detonantes que a Sharon Zaga Mograbi y Mily Cohen las motivaron para dar vida a un espacio que concientizara a las personas de que detrás del lado destructivo del ser humano, también existe el positivo y la oportunidad de cambiar nuestro contexto, comprometiéndose con el dolor ajeno como si fuera propio, esquema en el que se basa el Museo Memoria y Tolerancia.

La idea original nació hace 12 años y fueron ocho en los que se recolectó la información de distintos museos del mundo, sondeos, contactos con agencias informativas internacionales, para posteriormente realizar todo un proceso de contenido y elegir el material a exhibir. Además el museo por sus caracteristicas arquitectónicas,  lúdicas y   novedosas cumple con  el objetivo de captar la atención del público  para acercarse a las tematicas de la exposiciòn, y contrarrestar o romper con los esquemas  arcaicos utilizados por otras salas o  galerias de la Ciudad de Mèxico  que convierten al  arte cultural  en poco  atractivo  para  el  espectador.


“Nuestra intención no fue hacer un museo histórico, el cual hubiéramos abierto en cinco años, el reto fue hacer una exhibición que aterrice en el hoy, generando cuestionamientos tales como: ¿qué es un prejuicio?, ¿qué le sucede a México? y ¿cómo puedo sacar el lado humano que tengo? Es lo que buscamos hacer en este museo”, explica la directora del recinto, Sharon Zaga.


 Por su parte, la subdirectora del MyT, Mily Cohen Cohen, señala “empecé a investigar sobre las injusticias sociales, llegando aprender que el mayor ejemplo de intolerancia se ha dado en los genocidios o el crimen hacia la humanidad, me sorprende la parte obscura que tenemos los seres humanos, pero también tenemos una luminosa que la detona. La idea fue creciendo dentro de mí y la única forma de mostrar la parte oscura y luminosa de la humanidad es a través de un museo”.

Algunas de las dificultades que enfrentaron Zaga y Cohen para obtener el apoyo necesario y emprender el museo fue la edad, la falta de credibilidad y el sustento económico. Después de visitar hasta en cinco ocasiones la misma empresa privada y organizaciones civiles durante varios años, Pepsico fue la primera empresa en apoyar dicho proyecto. “La perseverancia siempre se llevará a alcanzar tu objetivo, y siempre sentí que este proyecto tenía un destino, logramos el museo porque tiene una intención honesta, buscando que los mexicanos tengan una conciencia de tolerancia y ese siempre ha sido nuestro único objetivo”, exalta Zaga Mograbi .


“Tengo mucha fe que este museo será el detonador de muchos cambios internos, nos costó mucho trabajo el área de conceptualización enfocándonos en el ser humano. En cada espacio se aterriza la experiencia en seres humanos, como son las personas que arriesgan su vida por extraños, nos evocamos en darle mucha énfasis a la parte humana”, agrega Mily Cohen.


El Museo Memoria y Tolerancia expone los genocidios aprobados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como son el Holocausto, Ruwanda, ex Yugoslavia, y los que se encuentran en proceso de dictaminación como Camboya, Darfur, y el genocidio de Guatemala, con el fin de que las personas en general comprendan el significado de la tolerancia y se difunda la filantropía no sólo en catástrofes naturales, sino en todo momento.

Por último, Cohen Cohen explica, “Recolectar la información del museo nos transformó, iniciamos con mucho sentimiento, inocencia, idealismo, y en el proceso me di cuenta que no era fácil, fue inocente de mi parte creer que íbamos a transformar a los seres humanos, fue frustrante después de dos años ver infinidad de imágenes de violencia contra el hombre, niños y mujeres, y cuando llegamos al área de tolerancia no había imágenes que ver. Nos tardamos en conseguirlas, pero las encontramos.